EmocionArtme

Así nació EmocionArtme:

“Estos son tiempos difíciles para los niños, y también para los padres. Se ha producido un cambio radical en la naturaleza de la niñez a lo largo de las últimas dos décadas. Un cambio que vuelve difícil para los niños el aprendizaje de las lecciones básicas del corazón humano e impone condiciones más duras a los padres que solían transmitir estas lecciones a los niños que amaban. Los padres tienen que mostrar mayor inteligencia para enseñarles a sus hijos las lecciones emocionales y sociales básicas”
John Goottman

“La educación emocional va más allá de educar con afecto. Es plantear las emociones,
sentimientos en términos de valor”
(Rafael Bisquerra)

Nuestro proyecto surge de las necesidades observadas en el primer trimestre y anotaciones del profesorado de años anteriores, por el que vimos la agresividad, falta de empatía, no saber compartir, resolver problemas, compartir…

Muchas de estas características son propias de la etapa pero en nuestro alumnado detectamos que, en algunos casos era desmedida y los conflictos tanto en clase, como en el patio eran continuos.

Nos planteamos unos objetivos y vimos necesario pedir la colaboración de la familia para poder tener una continuidad en casa de las acciones realizadas en clase.

Los objetivos generales de la educación emocional pueden resumirse en los siguientes términos:
- Adquirir un mejor conocimiento de las propias emociones
- Identificar las emociones de los demás.
- Desarrollar la habilidad de controlar las propias emociones.
- Prevenir los efectos perjudiciales de las emociones negativas
- Desarrollar la habilidad para generar emociones positivas
- Desarrollar una mayor competencia emocional
- Desarrollar la habilidad de automotivarse.
- Adoptar una actitud positiva ante la vida.
- Aprender a fluir


De estos objetivos generales se pueden derivar otros objetivos más específicos, en función del contexto de intervención. Algunos ejemplos son:
- Desarrollar la capacidad para controlar el estrés, la ansiedad y los estados depresivos.
- Tomar conciencia de los factores que inducen al bienestar.
- Potenciar la capacidad para ser feliz.
- Desarrollar el sentido del humor.
- Desarrollar la resistencia a la frustración.


Por extensión, los efectos de la educación emocional conllevan resultados tales como:
-Aumento de las habilidades sociales y de las relaciones interpersonales satisfactorias.
-Disminución de pensamientos autodestructivos, mejora de la autoestima.
-Disminución en el índice de violencia y agresiones.
-Menor conducta antisocial o socialmente desordenada.
-Menor número de expulsiones de clase.
-Mejora del rendimiento académico.
-Mejor adaptación escolar, social y familiar.
-Disminución de la tristeza y sintomatología depresiva.
-Disminución de la ansiedad y el estrés.


La investigación científica ha demostrado que la autoconciencia, la confianza en uno mismo, la empatía y la gestión más adecuada de las emociones e impulsos perturbadores no sólo mejoran la conducta del niño, sino que también inciden muy positivamente en su rendimiento académico.

Los cuentos han formado parte de nuestro folclore y es bien conocido el efecto tanto positivo como negativo que causa en los niños y niñas. Nosotras pretendemos sacar jugo de una selección de cuentos que nos permita encauzar esas conductas disruptivas.

Manos a la obra
Realizamos una selección de cuentos para trabajar durante todo el segundo trimestre, de manera que las familias entraran a clase el lunes a primera hora y, previa preparación de la lectura, nos contaran un cuento. El hecho de que las familias voluntarias se implicaran en clase creó gran expectación entre el alumnado y después del primer cuento, esperaban ansiosos el siguiente.
La selección de cuentos ha estado en función de las necesidades del alumnado y de la disposición por nuestra parte de los cuentos originales, ya que era muy importante que vieran y relacionaran los elementos del libro y su valor físico así como su contenido.
La continuación de esta idea era la de montar la biblioteca del colegio, que actualmente no está adaptada a infantil. Si conseguíamos que el alumnado disfrutara y viera que hay determinados libros que podían resolver sus conflictos, habríamos dado un gran paso.

Selección
1.      Monstruo de los colores.
2.      Cebra Camila.
3.      Cuando estoy contento.
4.      Cuando estoy enfadado.
5.      Monstruo rosa.
6.      El cazo de Lorenzo.
Estos cuentos formaran parte de nuestra programación, como eje transversal del aprendizaje durante el segundo trimestre.
Cada uno de los cuentos y las historias que nos cuentan cubren las necesidades que se nos presentaban. Al no tener internet en el aula debíamos buscar tanto videos complementarios, actividades visuales, juegos de imágenes y sonidos con bastante antelación, ya que algunas familias fallaban o cambiaban el día de la exposición.

1.      MONSTRUO DE COLORES
Empezamos con nuestro cuento y con la primera familia. Después del cuento proponemos al alumnado hacer nuestro monstruo pero de una forma especial. No utilizaríamos colores, sino espuma de afeitar y colorante.

Empezaba a gustarle eso de las emociones. Creamos un gran Monstruo de colores para clase, multicolor por un lado y verde por el otro, ya que era la emoción que más les gustó. Durante la semana aprendieron a clasificar sus emociones. Cuando sentían ese fuego interno que les hacía pegar y gritar venían a decirnos que estaban rabiosos o rabiosas o cuando estaban con el cuerpo flojo y con pena o querían irse con mamá, nos decían que se sentían tristes.

 Empezaron a ganas confianza al saber que lo que sentían tenía un nombre, una descripción y que 
demás se podía solucionar, en caso de las emociones negativas.

Es cuando las asambleas se convirtieron en un consultorio en que el alumnado contaba sus emociones, y los demás escuchaban muy atentos para poder aportar una solución.

Durante toda la semana creamos, el tren de las emociones, botes con piedras de colores, creamos distintos tonos para las emociones, más claritos o más oscuros dependiendo de si solo sentíamos una o teníamos un batiburrillo de emociones.

Fuimos capaces de dibujar las expresiones de niños y niñas, empezamos a resolver conflictos ajenos y creamos mediadores de patio.

El carnaval tuvo la temática del monstruo de colores y creamos nuestros disfraces.

      
         2.      CEBRA CAMILA

Esta vez el cuento no fue contado en clase sino que una mamá se grabó y vimos el cuento en la pantalla del ordenador. Pensaron que la mamá era famosa y quedaron expectantes. El objetivo de este cuento era aprender a compartir, ser generosos y generosas y dar valor a las cosas.
Realizamos al personaje en cartón y los colgamos junto a nuestro monstruo de colores (la clase iba tomando un aspecto diferente y a les gustaba mirar como daban vueltas los personajes)

Realizamos actividades de conteo, recortar, picar, trabajamos distintos materiales como el plástico de burbujas, papeles de diferentes clases (seda, periódico, charol...) lana, cuerda..
Creamos un puzzle y aprendimos retailas.
Coincidió con el día del flamenco y creamos una letrilla con el cuento.
Este cuento ocupó dos semanas debido a las efemérides programadas y la realización de jabón en colaboración con las familias, actividad que aprovechamos para reforzar el trabajo en equipo y el conteo.

        
       3.      CUANDO ESTOY CONTENTO
        
      
        4.      CUANDO ESTOY ENFADADO

Aunque los trabajamos en semanas distintas y siguiendo el protocolo de contar el cuento y realizar actividades, el alumnado se dio cuenta que estaban estrechamente relacionados y propusieron crear una silueta gigante, como en los anteriores pero con dos caras. Por un lado la cara contenta y por la otra la del conejito Zapo con cara de enfado.

Creamos dos listas en papel continuo. Cada alumno y alumna expresó lo que le hacía sentir cada una de estas emociones. En la clase de 3 años propusieron hacer una flor gigante de papelitos de colores a modo de mosaico para verla todas las mañanas y ponernos contentísimos. Lo hicimos. Para realizar a Zapo vimos diferentes técnicas y pintores de renombre. Decidimos pintar a “pellizquitos” con Vicent Van Gogh.

En cada cuento seleccionamos una batería de juegos y actividades distintas para reforzar el aprendizaje. Hicimos de mimos, rol play, pintacaras y aprendimos a respirar la cambiar nuestro estado de ánimo. Gracias a una mamá, que nos da clases de yoga una vez a la semana, tenemos una herramienta muy poderosa para controlar nuestra rabia. La respiración.
  
       
        5.      MONSTRUO ROSA

Después de contar el cuento vimos que nosotros mismos éramos diferentes y teníamos gustos distintos. Físicamente no nos parecíamos mucho y además pensábamos de forma disferente…que follón! esto de las emociones nos está enseñando muchas cosas que sabíamos pero que no nos habíamos dado cuenta.
Trabajamos los conceptos largo-corto, alto-bajo, grande-pequeño, así como diferentes tipos de casas, transportes y juegos. Hicimos magia de colores y creamos un gran monstruo rosa con tiras de papel de seda capeadas.

        6.      EL CAZO DE LORENZO

Coincidiendo con el día del autismo, este cuento tan especial, nos enseñó a comprender las dificultades que, cada día padecen niños y niñas como nosotros.  Comprendimos que nuestras burlas hacen daño y que con un simple gesto podemos hacer que alguien con NEAE  no se sienta discriminado. Aprendimos a aceptarnos como somos y vivimos las dificultades que niños y niñas con algún tipo de dificultad física.
Realizamos un cazo en el que escribimos las cosas que más nos cuentas y pusimos en una bolsita lo que nos ayudaba a superarlas.

  
CONCLUSIONES
El proyecto nos ha enseñado a superarnos a nosotras mismas y a conocer mucho más a nuestro alumnado y sus familias. Las emociones y los sentimientos, deben de tratarse en el aula con naturalidad para que el niño crezca sin complejos y aceptándose a sí mismo y a los demás, tal y como son. Nuestra función como maestras es ayudar a los niños a que expresen sus problemas, para así poder ayudarlos y superarlos. Para poderles enseñar a vivir juntos y a resolver conflictos de sus vidas. Para ello debemos crear una escuela donde se refleje la expresión positiva de las emociones, donde los alumnos y alumnas aprendan a expresar sus sentimientos, especialmente el enfado, la ira y la frustración, vivenciarlos de forma no agresiva ni destructiva, sino auto controlándose.
No se trata sólo de evitar que surjan conflictos sino de modo especial de dar soluciones a éstos sin acudir a la violencia y responder creativamente. Para que todo esto tenga resultado debe existir un buen clima de aula, los niños y niñas deben sentirse seguros en este espacio para que las estrategias y conductas que se desarrollen den resultado.

Hemos conseguido eliminar las peleas en el patio, que aprendan a desarrollar juegos cooperativos, a entender y no reírse de los berrinches de los demás, a no señalar a nadie por ser distinto o distinta y a buscar soluciones a los conflictos, controlar nuestras rabietas.


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